Las infecciones que afectan el tracto urinario son causadas principalmente por bacterias que viven en los intestinos (específicamente, E. coli). Cuando estas bacterias abandonan tu cuerpo a través de las heces y no haces un buen trabajo de limpieza (especialmente si limpias de atrás hacia adelante), las bacterias pueden propagarse fácilmente al área genital e infectar la uretra (causando uretritis) y la vejiga (causando cistitis).

Algunos síntomas de la infección de la vejiga:

- Sensación de ardor al orinar

- La necesidad de orinar con frecuencia

- Orina maloliente

- Sangre en la orina

- Dolor en la parte baja del abdomen


Aunque por lo general se puede tratar fácilmente con antibióticos, es mejor la prevención. Así, te compartimos las siguientes 10 recomendaciones:

1. Beber muchos líquidos, especialmente agua. Esto ayudará a diluir la orina y las bacterias dejarán tu cuerpo antes de que puedan acumularse y causar una infección.

2. Después de orinar o evacuar, limpiarse de adelante hacia atrás. De esta manera, las bacterias alrededor del ano no se moverán hacia el área alrededor de la vagina o la uretra.

3. Cuando tomes una ducha o baño, seca tu área genital de adelante hacia atrás. Enjuaga bien y seca con palmaditas o con la toalla de adelante hacia atrás.

4. Evitar el uso de productos de "higiene femenina" que puedan irritar la uretra, como polvos o desodorantes vaginales.

5. No esperes demasiado para orinar. Lo ideal es vaciar la vejiga cada cuatro horas durante el día. Pero si bebes muchos líquidos, es posible que debas orinar con más frecuencia.

¡Busca las 5 recomendaciones restantes en la próxima nota!