Una vez que tengas una vida sexual activa es importante que no dejes de ir periódicamente al ginecólogo, si notas algo raro en tu cuerpo es mejor que pidas una cita. Hay enfermedades silenciosas que no presentan síntomas, lo mejor para estar segura de que te encuentras bien es planear una cita. 

Las revisiones dependen de cada mujer, después de la primera vez el ginecólogo o ginecóloga comenzará con tu historial clínico y determinará si necesitas más visitas o con una al año es suficiente. 

La revisión en la primera vez es muy básica, muchas vamos con miedo porque no sabemos qué nos espera, lo que te podemos decir es que estés tranquila porque no es cosa del otro mundo. Te acuestan en una camilla, suben tus talones a unos soportes metálicos al el ginecólogo comienza a explorar que todo esté bien, lo que es seguro es que no duele en lo absoluto. 

Harán un examen abdominal y pélvico, palpación de mamas y un test de Papanicolaou, retiran una muestra de tejido para analizarla y descartar cualquier problema. 

Después de que el examen dé buenos resultados, cada año tendrás que someterte al mismo procedimiento para que revisar que todo esté en orden. 

¿Cada cuánto vas al ginecólogo?