El ser considerada una mujer sexy no tiene nada que ver con la ropa que utilizas, los peinados o maquillajes que te caracterizan o lo coqueta que eres.

Ser sexy involucra tener el don de la palabra, de decir cosas interesantes, de saber socializar con todo el mundo, de atraer a las personas a través de los ojos y el conocimiento, no sólo guiarlos por el exterior.

Una mujer sexy camina con elegancia, es respetuosa, le gusta la armonía y por eso es limpia, responsable y muy cuidadosa con su higiene e imagen personal.

La discresión será siempre la mejor arma de una mujer segura de sí misma, el misterio que ésta seguridad o auto-confianza despide, es el truco infalible de la sensualidad.

El sentir interior siempre se verá reflejado en el exterior, por lo que la confianza en una misma será traducida en aquello que llamamos “sex-appeal”.

Una mujer sexy no duda nunca de sus decisiones y busca ser feliz sin molestar a los demás, también busca la felicidad de quiénes la rodean y se preocupa por cada uno de los aspectos de su vida.

No hay mujer que no sea sexy, todo está en la imagen que tienes de ti misma. ¿Sexy sí o no?