A veces, la estética no lo es todo. Tenemos que recordar que todo en nuestro cuerpo tiene un por qué y no podemos tomar decisiones sin antes conocer las futuras consecuencias y mucho menos sin consultar a nuestro especialista.

Si el vello comienza a molestarte y tienes la idea de rasurarlo, te recomendamos prestar atención a los siguientes “efectos secundarios” del uso del rastrillo.

¡Ouch! Cortaditas

Si no sabes utilizar un rastrillo, la iluminación en el cuarto es muy poca o lo haces con prisa por cumplir con algún compromiso, puedes irritar tu piel o incluso causar heridas que dejarán marcas del mal uso de este instrumento. ¡Qué oso!

Piel sensible

¿Sabes si tu piel es sensible? Utilizar el rastrillo podría ocasionar irritación en la piel y tendrás manchitas rojas o salpullido que se verá poco sexy. Consulta a tu dermatólogo antes de tomar cualquier decisión.

Error primerizo

El vello debe ser retirado en sentido contrario de su crecimiento por lo que si lo haces de forma incorrecta ocasionarás que se entierre y sea más difícil de eliminar, también puedes propiciar la aparición de granitos o incluso que tu piel se manche u oscurezca (¿has visto axilas negras?).

Existen otros métodos de depilación que pueden funcionar mejor que rasurarse, pero tienes que consultar a tu médico para saber cuál es el ideal para ti.
 
P.D. Eso que dice tu abuelita, mamá, tía y primas de que si rasuras el vello crece más grueso también es verdad… Considéralo.