La vagina es el canal muscular interno que va desde el útero hasta la vulva, que es el final del canal y la parte externa de tu área genital. Si ya pasaste por la pubertad, probablemente ya estás acostumbrada a los cambios en tu cuerpo, especialmente los que ocurren durante tu ciclo menstrual, como el sangrado y el flujo vaginal que varían en intensidad, color y textura a medida que avanza el mes.

 
Tanto el sangrado vaginal durante tu periodo (siempre y cuando no sea excesivamente intenso o irregular) como la secreción son normales. Este último será más abundante durante la ovulación, que ocurre aproximadamente en el punto medio de tu ciclo. Nuevamente, es perfectamente normal siempre y cuando no cambie de color repentinamente, no tenga un olor inusual y no esté acompañado de picazón, ardor, dolor o fiebre, que son síntomas que sugieren que podrías tener una infección, ya sea bacteriana o por hongos.

 
Las mujeres jóvenes también pueden experimentar cantidades significativas de descarga de líquidos debido al aumento en los niveles hormonales, especialmente si está tomando píldoras anticonceptivas para regular su periodo o para evitar el embarazo.

 
Como siempre quieres sentirte limpia y fresca, seguramente has pensado en jabones especiales o desodorantes vaginales, pero tu vagina es perfectamente capaz de limpiarse a sí misma. Tu vagina necesita mantener su nivel de acidez dentro de un rango específico (pH 3.5 a 4.5) para prevenir el crecimiento de bacterias dañinas y estimular el desarrollo de bacterias buenas. Por otro lado, debes mantener tu vulva, la parte externa, lo más limpia posible, especialmente durante tu periodo. Cambia tu tampón o toalla sanitaria con frecuencia.

 
Existen algunas señales para darte cuenta de que algo no está bien con la salud de tu vagina, pero eso lo veremos en la siguiente nota.